Camino de Santiago

Día 1:                                                                                                                                     

Partimos desde el I.E.S hacia el comienzo de el Camino de Santiago en autobús, desde que comenzamos siempre estaba lloviendo, y si paraba por algún casual era casi un milagro, yo al ser uno de los que menos en forma estaba no de mi clase si no de todo el instituto, el primer día lo aguante por obra de los dioses en el primer tramo yo dejara atras a mis amigos/as pero sin embargo de pasarme con el esfuerzo en el primer tramo en el segundo era el ultimo de todo el instituto sin exagerar cuando llegamos despues de unas largas horas de camino (cosa a lo que yo no estoy acostumbrado) lo primero que hice fue sentarme pero ya, a lo bestia como si la vida me fuera en ello, sentia como si me fuera a caer de un momento a otro sin previo aviso.

Día 2:                                                                                                                                     

El segundo día no fue mejor para nada, después de casi no desayunar empezamos a andar yo, para no quedarme atrás con el ultimo grupo intentaba acelerar mas aún que el primer día... grave error antes de llegar al final luego de pasar por innumerables bosques y ríos ya andaba tan cansado que no podía ni andar entonces ya como había dicho antes así porque si y sin previo aviso me caí al suelo como una piedra y levantarme fue lo que acabo con todas mis energías  un grupo de 4 alumnos y un profesor tiraba de mi para intentar llegar ese día porque como siguiera así no llegábamos ni mañana por suerte teníamos un arma secreta y, por penoso que suene es totalmente cierto: El profe llamo al coche escoba para que nos recogiera para llevarnos a la recta final ya que los siguientes a nosotros nos llevaban ya 3 minutos mas o menos de ventaja en coche lo que resulta una barbaridad lo malo que la recta final también eran unos cuantos kilómetros lo mejor del viaje fue cuando llegamos yo ya llagaba un punto en el que yo no andaba sino que tiraba para delante sin pensar en nada, y cuando parecía que me iba a volver a caer de repente me caigo, si pero a lo lejos veo una de las torres de la catedral ya me daba igual caerme o ir literalmente cojeando del cansancio ya faltaba menos y menos veía como se acercaba y al fin llegue me saque hay en la catedral unos selfies para el futuro y casi se me estropea el móvil por culpa de la lluvia pero todo eso da igual porque había llegado.

                       By: Samuel Sanjuán Andrés 3ºB